Las caidas
Publicado por petete jirafa , 11.08.2010
Hola…
Hoy me dieron ganas de contarles mis tristes historias sobre cómo era (SOY) un imán de los infortunios…
Mis tíos decían que a mí me pasaban todas las desgracias (u.u mega tiernos con la nena de 10 años), me paso de todo cuando era pequeña (y aun a mis 19), en este momento estoy orgullosa del montón de cicatrices que existen en mi cuerpo.
Cuando tenía 8 años me mordió un perro cerca del labio (mis primos decían que me beso u.u ¡malditos!) mientras yo le acariciaba la cara, un niño le jalaba la cola, el perro se molesto y lo primero que vio YO, recuerdo que estaba algo lejos de mi casa, así que iba en bici lloriqueando y desparramando sangre por la calle, mis primos me gritaban que me calmara, o sea a los 8 años y sangrando querían que estuviera tranquila ¬¬”.
A los 10 años mientras iba en una mega bici (mega por lo alta que estaba y como yo siempre he sido una enana me costaba trabajo subirme) bueno resulta que mi hermano iba a mi lado corriendo, se atravesó y me metió el pie, sopas que me caigo en el empedrado y gracias a eso me quedo un mega chipote en la frente que me hizo una bellísima cicatriz (?).
Creo que la mejor de las historias fue cuando en pleno 10 de mayo, después de festejar en familia a nuestras sacrosantas madres, la pequeña niña Andreyna iba sentada arriba de 3 sillas que estaban en la caja de una camioneta y que su señor padre se da una vuelta prohibida (gracias a mi pintaron bien esos señalamientos) Salió volando en la glorieta de los niños héroes, mis primos decían que parecía súper Man, me reclamaban por mi hermosa creatividad para no ir a la escuela, me echaban en cara la atención que recibía (desde siempre me gusto llamar la atención u.u) solo recuerdo estar tirada en el suelo, un poco de la ambulancia, y ya estar en el hospital con collarín y un brazo enyesado, pasaron algunos días para que fuera a la escuela (mis métodos eran efectivos!).
A los 17 años me caí de la manera más tonta, baje un escalón de tan solo 10 cm, me metí el pie (sí, yo solita, pendeja la muchacha) termine enseñando los calzones por todo el bachillerato (los maestros me iban cargando por todo el patio) y con un hermoso yeso en mi tobillo, lo mejor del caso fue el trato que recibí por parte de mi ex (sirvió para que me consintiera).
Tengo un sinfín de cicatrices en mis brazos, piernas y cabeza… a pesar de haber crecido (en edad, porque el tamaño es el mismo) aun me sigue pasando cada cosa, aprendí a caer con estilo cuando me subo a la bici, a pesar de las tétricas y múltiples caídas me sigo subiendo, aun me caigo a lo bruto y me sigo haciendo cicatrices que demuestran (según mi filosofía) que la vida nos va marcando de alguna u otra manera y aun con la misma esencia que nos caracteriza, nos vamos convirtiendo en personas distintas al aprender de los errores cometidos, porque que a pesar de los golpes y caídas de la vida nos levantamos, nos limpiamos el polvo y seguimos adelante.
No por tener una mala experiencia voy a dejar de hacer las cosas que me gustan, solo tenemos que aprender de ellas.
Andreyna
Hoy me dieron ganas de contarles mis tristes historias sobre cómo era (SOY) un imán de los infortunios…
Mis tíos decían que a mí me pasaban todas las desgracias (u.u mega tiernos con la nena de 10 años), me paso de todo cuando era pequeña (y aun a mis 19), en este momento estoy orgullosa del montón de cicatrices que existen en mi cuerpo.
Cuando tenía 8 años me mordió un perro cerca del labio (mis primos decían que me beso u.u ¡malditos!) mientras yo le acariciaba la cara, un niño le jalaba la cola, el perro se molesto y lo primero que vio YO, recuerdo que estaba algo lejos de mi casa, así que iba en bici lloriqueando y desparramando sangre por la calle, mis primos me gritaban que me calmara, o sea a los 8 años y sangrando querían que estuviera tranquila ¬¬”.
A los 10 años mientras iba en una mega bici (mega por lo alta que estaba y como yo siempre he sido una enana me costaba trabajo subirme) bueno resulta que mi hermano iba a mi lado corriendo, se atravesó y me metió el pie, sopas que me caigo en el empedrado y gracias a eso me quedo un mega chipote en la frente que me hizo una bellísima cicatriz (?).
Creo que la mejor de las historias fue cuando en pleno 10 de mayo, después de festejar en familia a nuestras sacrosantas madres, la pequeña niña Andreyna iba sentada arriba de 3 sillas que estaban en la caja de una camioneta y que su señor padre se da una vuelta prohibida (gracias a mi pintaron bien esos señalamientos) Salió volando en la glorieta de los niños héroes, mis primos decían que parecía súper Man, me reclamaban por mi hermosa creatividad para no ir a la escuela, me echaban en cara la atención que recibía (desde siempre me gusto llamar la atención u.u) solo recuerdo estar tirada en el suelo, un poco de la ambulancia, y ya estar en el hospital con collarín y un brazo enyesado, pasaron algunos días para que fuera a la escuela (mis métodos eran efectivos!).
A los 17 años me caí de la manera más tonta, baje un escalón de tan solo 10 cm, me metí el pie (sí, yo solita, pendeja la muchacha) termine enseñando los calzones por todo el bachillerato (los maestros me iban cargando por todo el patio) y con un hermoso yeso en mi tobillo, lo mejor del caso fue el trato que recibí por parte de mi ex (sirvió para que me consintiera).
Tengo un sinfín de cicatrices en mis brazos, piernas y cabeza… a pesar de haber crecido (en edad, porque el tamaño es el mismo) aun me sigue pasando cada cosa, aprendí a caer con estilo cuando me subo a la bici, a pesar de las tétricas y múltiples caídas me sigo subiendo, aun me caigo a lo bruto y me sigo haciendo cicatrices que demuestran (según mi filosofía) que la vida nos va marcando de alguna u otra manera y aun con la misma esencia que nos caracteriza, nos vamos convirtiendo en personas distintas al aprender de los errores cometidos, porque que a pesar de los golpes y caídas de la vida nos levantamos, nos limpiamos el polvo y seguimos adelante.
No por tener una mala experiencia voy a dejar de hacer las cosas que me gustan, solo tenemos que aprender de ellas.
Andreyna
Lo que importa es como siempre te pones de pie con tanta gracia.
Es admirable.